8 de diciembre de 2011

III Domingo de Adviento -B-: comparto!

LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN 1,6-8.19-28

Hubo un hombre llamado Juan, a quien Dios envió como testigo, para que diera testimonio de la luz y para que todos creyesen por medio de él. Juan no era la luz, sino uno enviado a dar testimonio de la luz. 
Los judíos de Jerusalén enviaron sacerdotes y levitas a Juan, a preguntarle quién era. 
Y él confesó claramente: “Yo no soy el Mesías”. 
Le volvieron a preguntar: “¿Quién eres, pues? ¿El profeta Elías?”. 
Juan dijo: “No lo soy”. 
Ellos insistieron: “Entonces, ¿eres el profeta que había de venir?”. 
Contestó: “No”. 
Le dijeron: “¿Quién eres, pues? Tenemos que llevar una respuesta a los que nos han enviado. ¿Qué puedes decirnos acerca de ti mismo?”. 
Juan les contestó: “Yo soy, como dijo el profeta Isaías: Una voz que grita en el desierto: ¡Abrid un camino recto para el Señor!”. 
Los que habían sido enviados por los fariseos a hablar con Juan, le preguntaron: “Pues si no eres el Mesías ni Elías ni el profeta, ¿por qué bautizas?”. 
Juan les contestó: “Yo bautizo con agua, pero entre vosotros hay uno que no conocéis: ése es el que viene después de mí. Yo ni siquiera soy digno de desatar la correa de sus sandalias”. 
Todo esto sucedió en el lugar llamado Betania, al oriente del río Jordán, donde Juan estaba bautizado. 

Para comprender

La semana pasada el evangelista san Marcos presentaba a Juan Bautista como un profeta austero, predicador de conversión. El cuarto evangelio nos lo muestra acentuando su condición de testigo de Jesús.

El texto que hemos leído reúne dos pasajes procedentes del cuarto evangelio. El primero
pertenece al prólogo poético (Jn 1,6-8) y el segundo, al prólogo narrativo (Jn 1,19-28). En ambos aparece la figura de Juan el Bautista, el primer testigo que da testimonio de Jesús.

En el primer pasaje la presentación del Bautista como testigo corre a cargo del mismo evangelista. ¿Qué se dice de Juan en estos versículos? ¿Cuál es su función respecto a Jesús?

En el segundo pasaje es Juan mismo quien se presenta y explica el contenido de su testimonio. La ocasión se la brinda un grupo de enviados por las autoridades religiosas de Israel. ¿Con qué personajes tratan de identificar al Bautista? ¿Cómo responde Juan a cada una de sus cuestiones? ¿Qué está diciendo con ello?

Finalmente el Bautista se identifica y declara abiertamente lo que es. ¿De qué manera lo hace? ¿Con quién se identifica?

El Bautista no desea suplantar a Jesús, antes bien, su misión está en función del que viene detrás. Muchos estudiosos han dicho que, con este modo de hablar, el evangelista quiere poner las cosas en su sitio y zanjar la polémica con los discípulos del Bautista, que reclamaban la superioridad de su maestro con respecto a Jesús.
A nosotros la figura del precursor, tan importante en Adviento, puede ayudarnos a vivir este tiempo de espera ahondando en nuestro deseo de que el Señor se haga presente entre nosotros.

Para reflexionar
Por Pastoral Juvenil-Vocacional. Hermandad de Sacerdotes Operarios.

Esto ya es más raro. Parece que no tiene nada que ver con la lectura, que es hermana de la del domingo pasado. Pero fijémonos hoy en Juan el Bautista. Él proclama a los cuatro vientos… que no es nadie. Que no es un profeta poderoso, no es Elías, ni el Mesías. Que él solo acepta la misión de Dios, el don, y lo pone a disposición del que viene detrás de él.
Difícil abrir la puerta para acoger, sin querer vanagloriarnos de nuestra casa, de lo que tenemos o lo que somos. Renunciar a todo para ponerlo al servicio de los demás. Compartir.
¿Abrir la puerta para enseñar la casa o abrir para compartirla…?

Para meditar y actualizarse


Juan Bautista se presenta a sí mismo como el que da testimonio de Jesús, reconociendo humildemente su propia limitación: él no es la luz, no es el Mesías, no es la Palabra… Es sólo una «voz» que clama. Puede ayudarnos a reconocer en este Adviento quiénes somos y quién es Jesús.

  • Busco tu rostro: Fe
«En medio de vosotros hay uno al que no conocéis.» ¿Cómo deberíamos aprovechar este tiempo de Adviento para conocer mejor a Jesús y relacionarnos con él de un modo más personal y cercano?

  • Ve y haz tú lo mismo: Caridad
Juan vino «para dar testimonio de la luz» ¿Qué significa hoy, para mí ser «testigo de
la luz»? ¿Qué situaciones de oscuridad me gustaría iluminar y cómo podría hacerlo?
¿Hay algún compromiso que podamos adoptar como grupo en este sentido?


  • Venga tu Reino: Esperanza
El Adviento es tiempo de esperanza, tiempo de alegría: ¿Qué elementos del
pasaje que hemos leído me ayudan más en este sentido?


Tomado de Editorial Verbo Divino: Propuestas para el Adviento.

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