25 de noviembre de 2011

I Domingo de Adviento -B-: despierto!

LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS 13, 33-37 
 
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

-- Mirad, vigilad: pues no sabéis cuando es el momento. Es igual que un hombre que se fue de viaje y dejo su casa, y dio a cada uno de sus criados su tarea, encargando al portero que velara. Velad entonces, pues no sabéis cuándo vendrá el dueño de la casa, si al atardecer, o a medianoche, o al canto del gallo, o al amanecer; no sea que venga inesperadamente y os encuentre dormidos. Lo que os digo a vosotros lo digo a todos: ¡Velad!

El Adviento es un tiempo litúrgico fuerte, en el cual la Palabra de Dios tiene una fuerza que se revela y quiere adentrar en cada uno de nosotr@s. Por ello desde la Parroquia de Santa Teresa de Jesús intentaremos profundizar en la Palabra para que sea más fácil que llegue a cada uno..

Para comprender

El Adviento es un tiempo para preparar con renovada fe el nacimiento de Jesús en Navidad y también para preparar su vuelta definitiva. En este contexto de preparación el pasaje de hoy tiene una exhortación que hacer a los creyentes de todos los tiempos.


Este pasaje forma parte del «discurso apocalíptico» del evangelio de Marcos.
Aunque aparentemente el evangelista pone la mirada en el final de la historia, se dirige a un grupo de cristianos que viven en la segunda mitad del siglo I. El mensaje de Jesús, la revelación (esto significa la palabra «apocalipsis»), que les recuerda aparece en forma de exhortación repetida al inicio, en el centro y al final del pasaje que hemos leído.
¿Cuál es esa exhortación que Jesús dirige a sus discípulos? 

La enseñanza de permanecer despiertos y vigilantes es para la comunidad de Marcos una invitación a la esperanza, a revitalizar la fe, a abrirse al evangelio y comprometer la existencia. La exhortación final del pasaje (Mc 13,37) extiende a todos los discípulos de Cristo las palabras que se dirigían a unos destinatarios concretos.
Para reflexionar
Por Pastoral Juvenil-Vocacional. Hermandad de Sacerdotes Operarios.

La actitud de la abuela esperando en la ventana. Esa actitud es la que nos pide el Evangelio del día 27. Permanecer vigilantes para poder abrir la puerta cuando llegue la llamada. Es importante: no dejarse tentar por el sueño, por los entretenimientos y distracciones de un mundo despistado, y permanecer en vela. Pero también, para el que esté dormido, un grito de ¡despierta! Porque si permaneces en otras cosas no te darás cuenta de le llegada, que será donde esté tu hermano y cuando menos lo esperes. En un mundo en el que el tener vale más que el ser, en el que dominan ‘los mercados’, en el que nuestros hermanos mueren de hambre y de guerra… estar despiertos…
Vivir dormidos o vivir atentos y pendientes del mundo que nos rodea…

Para meditar y actualizarse

El cristiano celebra anualmente la primera llegada del Señor y recuerda que toda su vida debe configurarse como una constante espera. De ahí que el eco de las palabras de Jesús vuelvan a sonar hoy con fuerza entre nosotros.
  • Busco tu rostro: Fe
Los cristianos afirmamos que Jesucristo ha venido, viene y vendrá. ¿Hasta qué punto soy consciente de esta realidad? ¿Alimentamos nuestra fe con esta certeza?
  • Ve y haz tú lo mismo: Caridad
Desde el pasaje del evangelio de hoy, ¿qué debe cambiar en mi vida y en nuestra vida para vivir adecuadamente el Adviento? ¿Por dónde podríamos empezar?
  • Venga tu Reino: Esperanza
«Velad, porque no sabéis cuándo llegará el dueño de la casa». ¿Cómo espero la llegada del Señor? ¿Angustiado? ¿Pasivo? ¿Cómo se expresa en nuestra vida esta esperanza?
Tomado de Editorial Verbo Divino: Propuestas para el Adviento.

21 de noviembre de 2011

Encuentro en Hermandad: eh!13 Los Molinos

Artículo redactado por Jorge Rodríguez y Ainhoa Losada; con la colaboración de todos los integrantes de la expedición vallisoletana.

Este fin de semana, con el motivo de profundizar sobre el lema que nos va a acompañar este año, "Donde está mi hermano...", nos hemos reunido con otros jóvenes de las parroquias y colegios de otras ciudades en Los Molinos, en la provincia de Madrid.
El viernes, tras unas horas de viaje para llegar a nuestro destino, hicimos un juego con la finalidad de pasar un rato divertido "conociendo" las ciudades de las que proveníamos cada uno, en el cuál mezclábamos una ciudad con algún objeto que no tuviese en principio nada que ver y con algún personaje, y salían combinaciones tan extrañas como por ejemplo, la situación de un turista en Salamanca que se ponía unas gafas y veía a Winnie the Pooh en la fachada de la catedral diciendo:
- ¿Queréis un poco de leche con miel?
Curioso, ¿no? Pues ello nos sirvió para pasar un buen rato de risas y diversión.


Al día siguiente, tras una larga y ajetreada noche, después de una duchita muuuy fría (para los más rezagados, ya que se habían quedado sin agua caliente) y de desayunar, realizamos una larga actividad trabajamos para conocernos mejor a nosotros mismos. La primera parte de dicha actividad, consistía en identificarnos a nosotros mismos con diversos objetos de la realidad , en la segunda parte se nos proponía reflexionar sobre qué pensarían algunos de nuestros objetos personales sobre nosotros en el caso de que hablasen, desde nuestro cepillo de dientes, hasta nuestro banco de la parroquia. En la tercera parte, tuvimos que rellenar unas frases referidas a nuestro ser, nuestros gustos y nuestra situación actual, como por ejemplo que a qué tenemos miedo, qué lamentamos…

En la última parte se nos propuso completar un escudo de armas que nos representara, bueno, más bien, que indicara lo que aportamos en el colegio, en la familia, en la parroquia y a los amigos, terminando dicha actividad proponiéndonos la creacion de un lema personal, que reflejara nuestra futura actitud ante la vida después de descubrir valores nuevos sobre nosotros mísmos, podemos decir entre muchos otros por ejemplo "Sólo sonríe" o "La confianza es el fruto de la amistad".

Por la tarde, después de comer y disfrutar de un largo rato de tiempo libre, nuestros monitores de Valladolid, nos prepararon unos videos en los que salían los numerosos catequistas de nuestra parroquia, hablando sobre lo que se puede aportar a los demás en diferentes ámbitos de la vida, en la familia y en el estudio de manera obligatoria, en la Hermandad y el grupo de manera troncal, mediante el voluntariado de forma optativa y desde las aficiones, entre la cuales habia que elegir dos libremente. En los videos nos hablaban las personas que participaban en dichos ámbitos de por qué lo hacen, qué sienten al hacerlo, y qué les aporta, para poco después analizar nosotros mismos cómo podemos formar parte y comprometernos con estos grupos.
Nada más terminar, entregamos de manera simbólica unos materiales para comenzar este "Máster en Fraternidad", el cuál así se llamaba, y a cambio recibimos unos sobres de parte de nuestros monitores que abrimos al día siguiente.

Por la noche, los chicos (XY) y las chicas (XX) nos enfrentamos en un gran juego con el objetivo de devolver el sentido a un extraño personaje. Los juegos y las risas venían una detrás de otra con los gritos de ánimo de fondo.
Peleamos por la victoria en diferentes pruebas:
- Furor
- Trivial, con ayuda de Galindo para las dos partes.
- Pintar las narices de todo el grupo sin manos.
- Colocar al mayor nº de personas del grupo en el menor tiempo posible, y con el menor nº de apoyos en el suelo.
- Mímica
- etc...
El juego estuvo bastante ajustado durante la mayor parte del tiempo, sin embargo los chicos ganaron por una ajustada mayoría a las chicas, consiguiendo como premio un bote de gominolas, el cual estaba a la mitad... Mejor no digamos la causa de esto...





El domingo por la mañana aprovechamos un ratito que teníamos para pensar en todas las cosas de las que habíamos hablado y descubierto el sábado, y escribirlas en una carta dirigida a nosotros mismos. Esa misma carta, nos la tenía que leer en alto una de las personas de la convivencia para que pudiéramos escuchar por otra persona lo que habíamos escrito.

Después de leernos las cartas empezamos la celebración de la eucaristía. Durante la paz, nos pidieron que abriéramos unos sobres que nos habían dado el día anterior al entregar nuestros masters de fraternidad. Dentro de ellas había una pulsera de cuerda azul y naranja que tuvimos que poner a la persona que tuviéramos a la derecha en señal de unión. También, tuvimos que entregar la carta que habíamos escrito a la persona nos la había leído en un sobre cerrado, para que se encargara durante los próximos 8 meses de hacernos recordar todo lo que habíamos escrito de nosotros.
Al terminar la misa, llego el turno de hacernos pasar por delante de la cámara para hacernos una foto con la imagen de las convivencias.

Después de comer llegó el momento de crear "un mar de lágrimas" en la casa de Los Molinos, pues Zaragoza, Majadahonda y Salamanca se marchaban casi nada más comer, con lo cual nos quedábamos solos en la casa, los de Valladolid y los tres aventureros de Valencia.

Poco después los de Valencia nos dejaron solos en la casa, para que al rato también nosotros abandonáramos Los Molinos con la idea de haber pasado un gran fin de semana en compañía de los demás chicos de la Hermandad.

17 de noviembre de 2011

Domingo 34 del T. O. -A-: Jesús es rey

"... cada vez que lo hicisteis con uno de estos..."
 
LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO 25, 31-46


En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

-- Cuando venga en su gloria el Hijo del hombre, y todos los ángeles con él, se sentará en el trono de su gloria, y serán reunidas ante él todas las naciones. Él separará a unos de otros, como un pastor separa las ovejas de las cabras. Y pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda. 
Entonces dirá el rey a los de su derecha: "Venid vosotros, benditos de mi Padre; heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme." 
Entonces los justos le contestarán: "Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te alimentamos, o con sed y te dimos de beber?; ¿cuándo te vimos forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos?; ¿cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?" 
Y el rey les dirá: "Os aseguro que cada vez que lo hicisteis con uno de éstos, mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis." 
Y entonces dirá a los de su izquierda: "Apartaos de mi, malditos, id al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre y no me disteis de comer, tuve sed y no me disteis de beber, fui forastero y no me hospedasteis, estuve desnudo y no me vestisteis, enfermo y en la cárcel y no me visitasteis." 
Entonces también éstos contestarán: "Señor, ¿cuándo te vimos con hambre o con sed, o forastero o desnudo, o enfermo o en la cárcel, y no te asistimos?" 
Y él replicará: "Os aseguro que cada vez que no lo hicisteis con uno de éstos, los humildes, tampoco lo hicisteis conmigo." Y éstos irán al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.

Vídeo:

http://youtu.be/KPTwy_9n6zE



Reflexión para el domingo:

TIEMPO DE REINADO DE DIOS… Y DE ELECCIONES
Esteban Díaz Merchán, OD. 
 
Me encanta el arte románico. Esa capacidad de sintetizar las líneas de fuerza en la arquitectura, su solidez sin quebranto. La escultura redonda, casi plúmbea, robusta, sin sobrantes. La pintura simple, arquetípica, delimitando las escenas con ingenuidad casi infantil. El románico me ofrece lo esencial, es el arte de lo básico. Y la escena del evangelio de este domingo en Mateo 25 me hace pensar en lo “esencial y básico” del mensaje de Cristo en su evangelio: el amor a Dios pasa sí o sí por el reconocimiento del prójimo más debilitado. Siguiendo con la imagen del arte románico, recuerda alguna figura del Pantocrator, mirando con intensidad a los fieles desde el ábside y esperando una respuesta adecuada a la pregunta: ¿me amas en tus hermanos más pobres? Delante de su mirada somos invitados a hacer un balance de nuestra existencia, a un examen de nuestras miserias y de nuestros esplendores, a un juicio sobre nuestras obras o nuestras omisiones.
 
Cerramos el año litúrgico en esta solemnidad de Cristo Rey. Esta solemnidad es reciente. Fue instituida por Pío XI en 1925, y quiere recordar una categoría esencial de la predicación de Jesús: el Reino de Dios, su mensaje de justicia, amor y fraternidad en medio de lo humano. Lo divino que ofrece cauces de auténtica humanidad. Con este simbolismo del Reinado, de la primacía, del protagonismo de Dios, el creyente es invitado hoy a recuperar el sentido profundo de la historia. Nuestra existencia personal, y de toda la humanidad a los largo de las épocas, es para el bien, para la felicidad. Dios salva nuestros días ofreciéndonos las claves de lo auténtico.
 
En el solemne escenario en que el evangelista Mateo sitúa el juicio final, que será un examen total sobre el amor al prójimo, Dios se identifica y encarna en los pobres, en los hambrientos, en los forasteros, en los enfermos, en los encarcelados. Cada uno de nosotros, simples discípulos de Jesús, lo sabemos y deberíamos actuar en consecuencia. Estamos llamados a conformar nuestra vida según las exigencias del Reino. En el amor gratuito y universal hacia los más pequeños y pobres se vive la relación vital, con Cristo.
Las lecturas de este último domingo del Año litúrgico nos alejan de toda fácil frivolidad. Al comparar la página evangélica con la profecía de Ezequiel (primera lectura) se advierte cómo los evangelistas aplicaban a Jesucristo lo que el Antiguo Testamento decía de Dios, el Pastor o Rey que ha de juzgar a su Pueblo. Y en todo el capítulo 15 de la primera carta a los Corintios el apóstol expone extensamente el misterio de la resurrección universal: una victoria de Cristo en el devenir de la humanidad.
 
No siempre tenemos oportunidades claras para hacer valer nuestro deseo de cómo queremos que sea nuestro mundo, nuestro entorno social. Este domingo de elecciones generales tenemos una singular oportunidad de construir políticamente nuestra tierra, nuestra convivencia y tantos temas esenciales de la sociedad española en estos duros tiempos de crisis también económica. Hemos de buscar coherencia entre nuestro ser ciudadanos responsables y creyentes comprometidos con el Reino de Dios y su estilo de vida.
 
Cada tiempo de elecciones parece un tiempo de gangas y los candidatos ofrecen beneficios inesperados. Contra la promesa fácil, como electores, debemos considerar la confianza que nos inspire el compromiso del candidato elegido y su comportamiento contrastado anteriormente. Contra el vicio de la descalificación y el ataque del adversario, debemos valorar un comportamiento centrado en la defensa, explicación y justificación de los propios programas. Frente a la credulidad y simpleza de los electores (donde los ciudadanos parecemos personas fáciles de seducir), busquemos apoyar trayectorias comprometidas con la mejora de los derechos de todos los hombres y mujeres. Llegado el día de las elecciones enfrentémonos a la irresponsabilidad o el pasotismo, reflexionemos y analicemos los programas ofrecidos, pues es obligación nuestra ahondar en ellos. Todo ello nos llevaría a considerar el respeto que merece el elector que decide, como ciudadano, y la limpieza del proceso, por encima del desprecio con el que querríamos castigar al contrario.
 
Buena semana a todos, especialmente a quienes votáis por primera vez.
 
Buen provecho.