15 de diciembre de 2008

Y vivimos la alegría...

Hermanos:

Estad siempre alegres. Sed constantes en orar. En toda ocasión tened la Acción de Gracias: ésta es la voluntad de Dios en Cristo Jesús respecto de vosotros. No apaguéis el espíritu, no despreciéis el don de profecía; sino examinadlo todo, quedándoos con lo bueno. Guardaos de toda forma de maldad. Que el mismo Dios de la Paz os consagre totalmente, y que todo vuestro espíritu, alma y cuerpo, sea custodiado sin reproche hasta la Parusía de nuestro Señor Jesucristo. El que os ha llamado es fiel y cumplirá sus promesas.

Celebramos esta tercera semana de Adviento, ya cercana la Navidad, y preparado el corazón. Jesús es nuestra alegría, el vino a proclamar la buena noticia a los más pobres, a liberarnos. Dios se hizo hombre y se quedó entre un pueblo que tenía sed de Dios. Lo buscaron en Juan, y Juan supo apartarse y dejar paso: 'yo soy la voz que grita que preparéis el camino'. Y Pablo dice en la segunda lectura: estad alegres, estad siempre alegres.Nos dice Juan en el Evangelio de hoy que Jesús está entre nosotros y no le conocemos… Y resulta que sabemos que conocerle nos trae una gran alegría, alegría de la que nos hablan las lecturas. Las instrucciones son fáciles: ESTAD ALEGRES, siempre alegres. No hay mejor forma de preparar nuestro corazón para recibir a Jesús que estar siempre alegres. Como decía el poeta: “Defender la alegría como una trinchera”. Pues eso, ese es el reto de esta tercera semana de adviento, y el mensaje que nos traen los pies del mensajero: vivir con alegría a pesar de que a veces haya tristezas.

Hoy, el video es el Magníficat de la Hermana Glenda...

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