En aquel tiempo, decía Jesús a sus discípulos: «Estad atentos y vigilad, porque ignoráis cuándo será el momento. Al igual que un hombre que se ausenta deja su casa, da atribuciones a sus siervos, a cada uno su trabajo, y ordena al portero que vele; velad, por tanto, ya que no sabéis cuándo viene el dueño de la casa, si al atardecer, o a media noche, o al cantar del gallo, o de madrugada. No sea que llegue de improviso y os encuentre dormidos. Lo que a vosotros digo, a todos lo digo: ¡Velad!».
Isaías era un importante profeta. ¿Sabéis lo que dice en su primer libro? Dice: “Qué hermosos son sobre los montes los pies del mensajero que anuncia la buena noticia”.
Ahí los tenéis: mensajeros que nos han traído dos cosas:
La primera, esa buena noticia: Jesús llega, está cerca, y a veces nosotros vivimos como si eso no fuera verdad.
Y la segunda cosa, la petición que hacen los mensajeros: ¡ESTAD EN VELA! No os durmáis, porque el dueño de la casa, el dueño de nuestros corazones, puede venir en cualquier momento.
¿Os imagináis que viniera la persona más importante del mundo a vuestra casa, y cuando llega, resulta que os habéis quedado dormidos?
Pues juntos, porque somos juntos, comencemos con alegría este Adviento y este nuevo año litúrgico. Y estemos despiertos y atentos, porque Jesús llega y hay que hacerle sitio…
Isaías era un importante profeta. ¿Sabéis lo que dice en su primer libro? Dice: “Qué hermosos son sobre los montes los pies del mensajero que anuncia la buena noticia”.
Ahí los tenéis: mensajeros que nos han traído dos cosas:
La primera, esa buena noticia: Jesús llega, está cerca, y a veces nosotros vivimos como si eso no fuera verdad.
Y la segunda cosa, la petición que hacen los mensajeros: ¡ESTAD EN VELA! No os durmáis, porque el dueño de la casa, el dueño de nuestros corazones, puede venir en cualquier momento.
¿Os imagináis que viniera la persona más importante del mundo a vuestra casa, y cuando llega, resulta que os habéis quedado dormidos?
Pues juntos, porque somos juntos, comencemos con alegría este Adviento y este nuevo año litúrgico. Y estemos despiertos y atentos, porque Jesús llega y hay que hacerle sitio…
No hay comentarios:
Publicar un comentario